ÁNGELES EN LA TIERRA. Gnomos, hadas y duendes (los guardianes de la Naturaleza)

¿Existen, realmente, los Seres Elementales..?.  Obra de la imaginación, para algunos. Realidad concreta, para otros.
En el límite entre la fantasía y la realidad, los gnomos y los duendes son los protagonistas de muchas de las historias que leímos o nos contaron cuando éramos pequeños.
Pero… ¿son fruto del deseo inconsciente de los sueños o se pasean, en su realidad paralela, entre nosotros?
Constituyen un misterio que intentaré desvelar en este artículo…

 

 

En el año 1691, el Pastor escocés Robert Kirt publicó el libro «La comunidad secreta de la naturaleza», en el que revelaba la existencia de estas criaturas, su aspecto y los lugares en los que podían ser encontradas.
Contó que, una vez publicado, fué raptado por éllas, juzgado y acusado de traición y, por lo tanto, condenado a desaparecer del mundo visible.  Lo cierto es que un año después apareció su cuerpo, sin vida, en la colina dónde él aseguraba hablar con las hadas y los gnomos. La leyenda cuenta de que su espíritu sigue vivo en el «paraíso de los seres pequeños».
Muchos investigadores aseguran que la materia del cuerpo de los gnomos, o seres elementales – como también se denominan a estas criaturas – es fluida y sensible, tan tenue como el sentir o como el pensar, y no descartan su invisibilidad.
Representan un poder mágico incomprensible para los humanos; éllos son criaturas extrañas, las verdaderas dueñas de toda la materia prima de la naturaleza del Planeta.
Reales para algunos, imaginarios para otros; los gnomos, hadas y duendes son un misterio difícil de desentrañar de una forma consciente, lógica, para mentes cerradas e insensibles.

¿CÓMO LLEGARON A LA TIERRA?

Cuando la Tierra estaba en formación y los gases se hicieron líquidos, cayeron sobre el planeta en forma de gotas de lluvia.  Las tormentas inundaron toda la superficie, y fué entonces cuando estos seres aparecieron para purificar las aguas que habían sido contaminadas por las explosiones nucleares.

Los gnomos (las hadas también pertenecen a la misma «familia» en su versión femenina; los duendes a su faceta humanizada en forma física; por lo tanto, utilizaré de forma genérica el concepto de «gnomos» en este artículo), son ángeles que han sido envíados con la misión de proteger la Naturaleza.  Son los hijos de Dios, ecológicos, custodios del planeta.
Algunos investigadores sostienen que tienen una función específica: mantener vivos todos los componentes de la Tierra.  Como guardianes cósmicos conviven con nosotros en una dimensión en la que viven desde que se originó la vida en el Planeta (que no se corresponde con la que percibimos los humanos).
En la antigüedad fueron representados de la misma manera por diferentes civilizaciones, como la caldea, egipcia, china, maya y azteca.  También se han encontrado dibujos y estatuillas en África y Polinesia.  No es casual que éstas aparezcan en pueblos con un desarrollado sentido de la convivencia con el medio ambiente.
Algunas teorías afirman que siempre estuvieron presentes en los rituales sagrados de protección de siembras y cosechas, y que eran venerados por su bondad.
Los gnomos son pequeños y de apariencia frágil, pero llevan a cabo una difícil misión: la de proteger a los seres humanos y preservar la Naturaleza.
A veces, es posible verlos, iluminados por la Luna llena, en bosques dónde haya pinos o robles.

ÁRBOLES HUÉSPEDES:

Cuantas veces, caminando por un bosque, hemos sentido «presencias», verdad?.  Como si alguien nos siguiera o nos estuviera observando…
Hay testimonios de personas que han podido percibir, de forma física, las vibraciones que emanan algunas especies de árboles: Sensaciones de calor o frío intensos o golpeteos que parecen provenir de su interior.

Los gnomos suelen habitar cuevas subterráneas.  Se reúnen en bosques donde hay pinos y robles, que son sus árboles preferidos.  La energía de estos árboles es muy importante para éllos, ya que en las noches de Luna llena es muy común ver la espiral energética que se forma alrededor de estas especies.  
Gnomos, hadas y duendes se alimentan de esta fuente y, en esas noches, se les puede ver como presencias luminosas.
Algunos estudiosos aseguran que las creencias en las luces o en la llamada «luz mala en el campo», tienen origen en estos pequeños seres.  
Hay versiones que los vinculan con los hongos (o setas) y los frutos rojos; especies, todas éstas, consideradas como el alimento de las divinidades.
Los Vikingos, consumían antes de sus batallas, unas setas llamadas Bersek, que contienen unas sustancias con propiedades alucinógenas.  Tenían la creencia de que estos frutos habían sido enviados por los dioses a la Tierra y eran tomados como una señal de aprobación por parte de éstos.

PODERES Y VIRTUDES:

Los gnomos tienen un tipo de vibración muy rápida y eléctrica, que les permite desplazarse de un lugar a otro a gran velocidad sin ser vistos.  Irradian rayos luminosos con la misma composición y color que el Arcoiris.

Cuando se conectan con los humanos, adquieren una tonalidad cósmica que les otorga el don de la sanación.  
Se rigen por una consigna: Amar, trabajar, purificar y germinar.
La luz de la luna simboliza los sentimientos mas profundos que emanan de los gnomos.
Pero, además de cuidar de la naturaleza, protegen y tallan las piedras para que puedan ser usadas como medio de curación y vínculo con lo divino.
Al tomar una piedra y apretarla contra la palma de la mano, con los ojos cerrados, puede percibirse, perfectamente, su vibración y sus latidos.  Especialmente, ésto ocurre con las piedras que se pueden encontrar en bosques de pinos y robles.  Quedan impregnadas del espíritu de los gnomos, sus protectores.

EL PAÍS DE LOS DUENDES:

En agosto de 1887, cerca de la población de Banjos (Barcelona), en España, unos campesinos vieron salir de una gruta a dos seres diminutos: un niño y una niña, con un aspecto desconcertante: sus vestidos eran de un material desconocido para la época y su piel, de un color verde intenso, como el de las hojas de los árboles.

Hablaban un idioma incomprensible, que especialistas llegados desde la ciudad condal, intentaron descifrar sin éxito.
Los niños fueron entregados, en custodia, a un juez local llamado Ricardo Decalmo, el cuál ordenó que, de inmediato, los bañaran para quitarles la suciedad verde que los cubría.
Fué en vano; comprobaron con asombro que ésa era su verdadera pigmentación.
Sus rasgos faciales presentaban un aspecto negroide, pero sus ojos eran rasgados orientales.
Por espacio de unos días, los niños se negaron a comer.  El pequeño, muy debilitado, murió al poco tiempo.
Se dice que la niña sobrevivió durante algunos años y que, con el paso del tiempo, su piel se fué aclarando (aunque sin perder jamás su tono verdoso), aprendió a hablar español y de esa manera pudo describir de dónde venía y cómo había llegado hasta allí.
En su testimonio sostuvo que provenían de un territorio subterráneo donde no había sol.  Vivían en un atardecer constante y su iluminación, únicamente, provenía de bolas luminosas flotantes.
Su «mundo» estaba separado del nuestro por una gran corriente de agua.  Durante una tormenta, un torbellino los arrastró hasta nuestro mundo.
¿Realidad o Leyenda?.  Ciertamente, en esa localidad juran y aseguran que todo es cierto.

EN BUSCA DE LA ISLA PERDIDA:

En la tradición galesa se dice que el país de los duendes y los gnomos está ubicado en una isla al norte de las regiones montañesas del territorio galés, al oeste peninsular.

En cambio, para los irlandeses, está ubicado en una isla conocida con el nombre de Hybreasail, que ha sido vista en varias ocasiones por los marineros.  Según el testimonio de los marinos, la isla emerge a la superficie cada 7 años, desapareciendo después.
En 1946, en Japón, al sur de Tokio, también una isla apareció y desapareció en las profundidades del océano de manera misteriosa.  Tenía 15 metros de altura y unos 2 kms. de superficie.
Unos años atrás emergió de las aguas, en una zona cercana al archipiélago de las Islas Azores, otra isla humeante de idénticas características que expulsaba lava por todas partes.  Dos veces apareció, hasta que finalmente se sumergió hasta desaparecer sin dejar rastro.
Los estudiosos de este fenómeno aseguran que es la confirmación de la existencia de un mundo subterráneo al que pocas personas pueden acceder porque pocas podrían comprenderlo y sobrevivir en él.

Espero que os haya gustado este Artículo en el que he expuesto un misterio en el que unas personas créen y otras no; pero lo que es indudable es que es precioso y apasionante. ¿A que sí?.  
Cuidemos de la Naturaleza y los Gnomos (junto con sus parientes cercanos: Hadas y Duendes) cuidarán de nosotros… 🙂 
¡¡ Hasta la próxima !!